El crecimiento de la circulación y consumo de drogas en nuestro territorio parece especialmente atractivo para las bandas de narcotraficantes de diversos países de la región, lo cual está generando una serie de consecuencias negativas para nuestra sociedad, entre las que sobresale la violencia.
El reciente asesinato de dos colombianos por un sicario en el estacionamiento del shopping Unicenter, en la zona norte del Gran Buenos Aires, estará vinculado al narcotráfico, ya que uno de los muertos era un conocido paramilitar cercano a un cartel de droga colombiano y se sospecha, entre otras conjeturas, que habrá llegado al país para establecer una nueva ruta para enviar droga a Europa.
Este crimen debe inscribirse, entonces, en una serie de episodios de violencia que incluyen los asesinatos y enfrentamientos registrados anteriormente entre miembros de bandas de narcotraficantes peruanos.
Además, estas disputas violentas son una de las tantas expresiones criminales asociadas al crecimiento de la presencia de drogas en nuestra sociedad.
Si bien aumentaron los decomisos de sustancias como cocaína y paco, también se halla en crecimiento el consumo de esas drogas, en especial entre los adolescentes y jóvenes.